Existen dos tipos de materiales que pueden ser empleados en la creación de una válvula aórtica bioprotésica durante una cirugía: el pericardio bovino y las válvulas porcinas. Sin embargo, aunque investigaciones anteriores han constatado de manera consistente que las válvulas hechas de pericardio bovino ofrecen un rendimiento hemodinámico superior en comparación con las válvulas porcinas, aún no se ha determinado de manera concluyente si esta mejora en el rendimiento hemodinámico se traduce en resultados clínicos más favorables.
Hoy en día, a pesar de los avances en el tratamiento con catéter para la estenosis aórtica grave, la sustitución quirúrgica de la válvula aórtica sigue siendo esencial para tratar diversas afecciones de la válvula aórtica. En el caso de personas de edad avanzada que necesitan una nueva válvula cardíaca, generalmente se prefiere utilizar prótesis bioprotésicas en lugar de prótesis mecánicas. Esto se debe a que las prótesis bioprotésicas raramente requieren anticoagulantes de por vida y tienen un menor riesgo de problemas relacionados con la coagulación, como tromboembolia y hemorragia. Además, su durabilidad puede extenderse a lo largo de la vida del paciente.
Hay dos tipos de materiales que se utilizan comúnmente para fabricar prótesis bioprotésicas: el pericardio bovino y las válvulas porcinas. Las válvulas porcinas fueron introducidas antes en el ámbito clínico. Investigaciones previas han demostrado de manera constante que las válvulas de pericardio bovino ofrecen mejores características hemodinámicas en comparación con las válvulas porcinas. Esto se traduce en un menor gradiente de presión a través de la válvula y un área efectiva del orificio mayor.
No obstante, existe un debate en curso sobre si los perfiles hemodinámicos mejorados de las válvulas de pericardio bovino se traducen en una mayor resistencia de la válvula y mejores resultados clínicos a largo plazo en comparación con las válvulas porcinas. Por lo tanto, la elección de la prótesis para la sustitución valvular debe ser objeto de una cuidadosa consideración, teniendo en cuenta las características individuales de cada paciente y sus necesidades específicas.
Esta cuestión también puede tener implicaciones en el ámbito de la sustitución de válvulas aórticas mediante el método transcatéter (TAVR), donde se utilizan prótesis de tejido de pericardio bovino o porcino. Se espera que la investigación de la durabilidad comparativa de estos materiales en comparación con las válvulas porcinas arroje luz sobre las válvulas TAVR existentes.
Hasta la fecha, los resultados de los estudios comparativos han sido inconclusos. Para contribuir a la evidencia en esta cuestión, se han intentado realizar comparaciones de los resultados clínicos a largo plazo entre las válvulas SAVR de pericardio bovino y las bioprotésicas porcinas.
El estudio titulado "Comparación entre las Válvulas de Pericardio Bovino y las Bioprotésicas Porcinas para la Sustitución Quirúrgica de la Válvula Aórtica" analiza a pacientes que se sometieron a una sustitución quirúrgica aislada de la válvula aórtica bioprotésica entre enero de 2000 y mayo de 2016 (un total de 636 pacientes). Los resultados indican que el uso de válvulas de pericardio bovino se relacionó con una mejoría en los perfiles hemodinámicos y una mayor supervivencia a largo plazo en comparación con las válvulas porcinas. Sin embargo, no se observaron diferencias significativas en las tasas de complicaciones adversas relacionadas con la válvula entre los dos grupos.
Este estudio fue revisado y aprobado por el Comité de Ética Institucional/Junta de Revisión del Asan Medical Center (número de estudio: 2019-0467). Dado que se trató de una investigación retrospectiva, se obtuvo una exención del requisito de consentimiento informado de los pacientes.
La muestra del estudio consistió en 757 pacientes adultos (de 18 años o más) que se sometieron a Sustitución de la Válvula Aórtica con Válvulas Protésicas (SAVR) entre enero de 2000 y mayo de 2016 en el Asan Medical Center en Seúl, Corea. Se aplicaron criterios de exclusión para asegurar que la población estudiada fuera homogénea, excluyendo a aquellos con historiales previos de cirugía cardíaca y procedimientos cardíacos concomitantes diferentes a ciertos tipos específicos, con el fin de eliminar posibles factores de confusión relacionados con la sustitución/reparación de válvulas cardíacas en otras posiciones.
Finalmente, la muestra definitiva incluyó a 636 pacientes que se sometieron a Reemplazo de la Válvula Aórtica con Válvula Bioprotésica (RVAV). Dentro de este grupo, 226 pacientes recibieron una válvula porcina, mientras que 410 pacientes recibieron una válvula pericárdica.
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El principal enfoque de evaluación consistía en medir la mortalidad por cualquier causa y los problemas estructurales de la válvula, definidos como el deterioro de las prótesis que requieren una nueva intervención o que presentan un mal funcionamiento en los seguimientos mediante ecocardiografía. La mortalidad temprana se refería a los fallecimientos ocurridos durante los primeros 30 días tras la cirugía o durante la hospitalización. Los datos se recopilaron retrospectivamente a través del sistema institucional de registros clínicos electrónicos. La información sobre el estado vital y la fecha de fallecimiento se verificaba adicionalmente con la base de datos nacional de reclamaciones sanitarias del Servicio Nacional de Seguro Médico, un programa de seguro médico universal obligatorio que brinda cobertura completa a todos los residentes de la República de Corea, con el fin de no omitir casos de mortalidad entre las visitas.
Otro aspecto relevante que se estudió fueron las complicaciones relacionadas con la válvula, como episodios tromboembólicos (como accidentes cerebrovasculares o ataques isquémicos transitorios), endocarditis de la válvula operada y hemorragias relacionadas con la anticoagulación. Estas complicaciones se definieron siguiendo las pautas establecidas por la "Guidelines for Reporting Mortality and Morbidity after Cardiac Valve Interventions" de la Society for the Thoracic Surgeons.
A pesar del aumento en el uso de bioprótesis en lugar de válvulas mecánicas en las cirugías de reemplazo valvular cardíaco en los últimos años, estas bioprótesis presentan una limitación importante: la aparición de estenosis valvular estructural con el tiempo, lo que requiere nuevas intervenciones quirúrgicas. En este estudio en particular, se encontró que el gradiente de presión promedio a través de las válvulas de pericardio era significativamente menor en comparación con las válvulas porcinas en el período inmediato después de la cirugía, y esta diferencia se mantuvo durante el seguimiento a largo plazo. Aunque las válvulas de pericardio bovino mostraron mejores perfiles hemodinámicos, esta ventaja no se tradujo en una durabilidad significativamente mayor que las válvulas porcinas en este estudio. Es importante destacar que investigaciones previas han señalado que un gradiente de presión medio transvalvular elevado está relacionado con el desarrollo de estenosis valvular estructural.
Durante el período de seguimiento en este estudio, no se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre los grupos en cuanto a la ausencia de complicaciones en las válvulas cardíacas. Sin embargo, se observó una tendencia favorable hacia el grupo de pacientes que recibieron válvulas de pericardio en comparación con aquellos que recibieron válvulas porcinas.
En las válvulas porcinas, el modo principal de fallo es el desgarro agudo de la cúspide, mientras que las válvulas bovinas tienden a experimentar un fallo más gradual con un aumento de la estenosis.
Es importante destacar que, incluso después de realizar correcciones estadísticas, no se encontraron diferencias significativas entre los grupos en términos de la frecuencia de problemas con la válvula y la necesidad de una segunda operación.
El análisis tiene ciertas limitaciones debido a su enfoque retrospectivo basado en datos observacionales de un solo centro. Aunque se utilizaron métodos estadísticos rigurosos para ajustar los resultados, la falta de aleatorización podría haber introducido sesgos de selección o detección que potencialmente influyeron en los resultados y, por ende, en las conclusiones obtenidas. Además, es importante señalar que este estudio incluyó diferentes tipos de válvulas bioprotésicas, lo que aumenta la diversidad de los datos. Por último, el tamaño relativamente pequeño de los eventos clínicos, especialmente en lo que respecta a la supervivencia a largo plazo, puede limitar la capacidad estadística para llevar a cabo una comparación sólida entre los grupos.
No obstante, los resultados señalan que en los pacientes que se sometieron a reemplazo valvular aórtico utilizando válvulas de pericardio bovino, se observaron perfiles hemodinámicos de las prótesis mejorados y una mayor supervivencia a largo plazo en comparación con aquellos que recibieron válvulas porcinas. Es importante destacar que no se encontraron diferencias significativas en las tasas de complicaciones adversas relacionadas con las válvulas entre los dos grupos.
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